Siempre tuve claro que me gustaba el arte. Empecé en el mundo de la publicidad, pero pronto me di cuenta que no era lo que buscaba.
El mundo del arte que buscaba tenía más que ver con la cultura e historia, lo que nos cuentan las grandes obras de arte. Conservarlas se transformó en mi pasión.
Tal como yo las veo hacen parte de la historia de la humanidad, son como libros ilustrados, pero para eso es fundamental conocer su significado. Hay mucho que leer en todas las obras, algunas son descripciones de lo que fue una determinada época (como en el costumbrismo) y otras son verdaderos libros llenos de significado (como el Jardín de las Delicias).
Para los amantes de la iconografía hay un autor interesante, Panofsky, Estudios sobre Iconología.  Él diferencia los que es la primera parte de la descripción de una obra, y luego la interpretación de la misma. 
En la página de Oscar Colorado Nates encontré un esquema muy interesante de cómo funciona el análisis de una obra.
  
Describir una obra es relativamente fácil, principalmente si está dentro de nuestra cultura, son imágenes familiares. Comprender su significado puede ser más complicado, requiere un estudio más exhaustivo.
Pondremos como ejemplo una talla de madera de la galería DE BACKKER

Descripción

Talla de madera representando a una Virgen entronizada con Niño (este dato lo sabemos por nuestra cultura cristiana, en una talla del paleolítico simplemente diríamos que representa a una mujer). La Virgen está sentada en un trono simple, cuyas esquinas están rematadas con una forma ovalada. Sus brazos están pegados al cuerpo en actitud de reposo, las manos son grandes, con dedos largos, y sostienen al Niño.

Sus dos piernas, visibles debajo de la tela de la túnica, están ligeramente afiladas verticalmente. Los zapatos son visibles debajo del dobladillo de su túnica. 

La Virgen lleva un vestido muy ajustado en una tela visiblemente flexible. Las mangas se ensanchan hacia las manos. En la parte inferior del dobladillo, hay algunos pliegues ondulados sutiles. El manto le cubre la cabeza como un velo, que cae sobre sus hombros estrechos. La corona sobre su cabeza está decorada con un tipo de palmetas.

Y cuál es el significado de esta obra?

Trono de la Sabiduría, o Sedes sapientiae, es una manera de representar la Virgen María como portadora del Santo Niño, portadora de la Sabiduría. Ella misma es el trono del Niño.

La representación de Sedes sapientiae originalmente fue bizantina y se remonta al prototipo de Chora tou Achoretou (Contenedor de lo incontenible). También se hizo popular en la Iglesia occidental desde el siglo XI. Las representaciones de la Virgen María como Sede de la Sabiduría aparecieron por primera vez en el arte religioso oriental desde el siglo VII. En Occidente, la representación apareció por primera vez en miniaturas en los siglos IX al X, y luego también como una estatua del siglo XI y XII.
Desde el principio, estas estatuas fueron designadas como «Majestas», que se refiere a la actitud sentada como un trono.

Los tres elementos, Madre, Hijo y Trono, forman una especie de unidad básica que hace un «Trono de la Sabiduría» de las «Majestades».
Como ‘Sedes Sapientae’ – ‘Tronos Salomonis’ o ‘Trono de la Sabiduría’, ‘Portador del Dios Hijo’ (que significa Cristo como el nuevo Salomón), La Virgen nos invita a contemplar la Encarnación de Cristo. 

Cada cultura tiene su repertorio iconográfico, pueden incluir animales, plantas (la cala para la muerte o el dolor, la rosa roja para el amor y la pasión y el muérdago para el amor y el afecto), símbolos o colores (El rojo a menudo representa la valentía, la sangre o la revolución; azul puede significar libertad, paz o justicia; el verde puede simbolizar la agricultura o la tierra; y el blanco puede representar pureza, inocencia.)
La iconografía proporciona una forma abreviada de comunicación. Con el tiempo, un icono puede convertirse en una forma fácil de describir una idea grande de una manera muy abreviada.